Fue considerado como el más valiente de los dioses, el que podía decidir el resultado de las batallas y como tal era adorado y venerado por los guerreros del norte. Siendo uno de los doce dioses principales ocupaba uno de los doce tronos en la gran sala de consejo de Gladsheim. Sin embargo, al contrario que otros dioses como Odín o Thor no tenía una estancia fija en Asgard pudiendo alojarse tanto en Vingolf como en el Valhalla donde siempre era bien recibido.
La leyenda
de Fenrir
Según la leyenda Loki y Angrboda engrendaron a Fenrir, un
lobo gigante que amenazaba con destruir a los dioses. Para prevenirlo
decidieron encadenar al lobo. El primer intento, usando Leding, una cadena muy
resistente no dio resultado y Fenrir se libró de sus ataduras sin mayor
dificultad. El segundo intento, usando Droma, una cadena más resistente que la
anterior tampoco dio resultado y Fenrir volvió a liberarse. Finalmente y viendo
que ninguna cadena podía contener al lobo los dioses acudieron a los enanos
para que fabricaran una cadena de la que no pudiese liberarse.
Esta cadena, Gleipnir, hecha del sonido de los pasos de un gato, la barba de una mujer, las raíces de una montaña, la nostalgia de un oso, la voz de los peces y la saliva de los pájaros fue entregada a Skirnir y se decidieron a encadenar de nuevo al lobo. Fenrir que desconfiaba exigió que como muestra de buena voluntad que uno de los dioses introdujera una mano en sus fauces. El voluntario fue Tyr, dios de la valentía y el valor, pero una vez Fenrir se vio atrapado y sin posibilidad de escapar le arrancó la mano sin contemplación.
Esta cadena, Gleipnir, hecha del sonido de los pasos de un gato, la barba de una mujer, las raíces de una montaña, la nostalgia de un oso, la voz de los peces y la saliva de los pájaros fue entregada a Skirnir y se decidieron a encadenar de nuevo al lobo. Fenrir que desconfiaba exigió que como muestra de buena voluntad que uno de los dioses introdujera una mano en sus fauces. El voluntario fue Tyr, dios de la valentía y el valor, pero una vez Fenrir se vio atrapado y sin posibilidad de escapar le arrancó la mano sin contemplación.
Para evitar que
esto volviera a ocurrir los dioses introdujeron una espada en las fauces del
animal con la empuñadura apoyada contra la mandíbula inferior y la punta en su
paladar. La sangre comenzó a brotar entonces, con tales chorros, que se terminó
creando un río llamado Von.
Desde
entonces Fenrir está destinado a permanecer atado hasta el Ragnarok cuando se
liberará de sus ataduras para vengarse.
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